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  • Agustina Berardozzi y Caterina Calcagno

1 DE MAYO: REINVENTAR LA CULTURA PARA SOBREVIVIR

La industria cultural está definida por actividades que proveen bienes y servicios basándose en contenidos simbólicos, artísticos y creativos, identitarios al fin. En la Ciudad de Buenos Aires por ejemplo, representa el 11% del PBI y hoy atraviesa una crisis económica que los espacios culturales intentar sortear a costa de mucho trabajo y nuevas ideas.


Fotografía de Anabella Sarrias

El Día de les Trabajadores tiene origen en una huelga de sindicalistas (nadie sorprendide) en Chicago, Estados Unidos, en la que se pedía, básicamente, que se cumplan sus derechos. Para 1886, año de la huelga, la ley que establecía la jornada de ocho horas, conocida como la Ley Ingersoll, ya existía. La patronal todavía la ignoraba. El Día del Trabajador recuerda, entonces, una jornada de lucha histórica que buscó conseguir condiciones de vida y de trabajo dignas. Rememora, también, las injusticias sociales y laborales que en tantos sectores perduran hasta hoy. Como nuestro área de trabajo es el de la cultura, vamos a hacer hincapié en este sector. Hablamos con una institución cultural de CABA y una de PBA sobre la situación de les trabajadores y el impacto de la pandemia.


Desde JJ Circuito Cultural, un centro cultural creado por un grupo de jóvenes de diferentes espacios (artistas, economistas, productores) que entienden que la cultura es

“donde se discuten también las ideas y donde podemos imponer nuestra política para vivir de nuestra forma la cultura”,

nos hicieron saber que actualmente, pese a la resolución que les permite tener el espacio abierto al público durante el día, prefieren no hacerlo porque consideran que la situación amerita el cierre total. En cuanto a lo económico, un factor de lo más perjudicado, para paliar la crisis y poder mantener el espacio con alquiler, gastos fijos y sueldos, en abril del 2020 armaron una distribuidora de productos alimenticios de elaboración propia, “Mercado del Abasto”, que también distribuye productos de la economía social y popular, agroecológicos y sustentables; entendiendo que el consumo es político se adaptaron a la situación manteniéndose fiel al perfil del centro cultural. Con respecto a los subsidios estatales destinados a la promoción de la cultura, los del gobierno de la Ciudad se mantuvieron pero no hubo una partida extraordinaria como la que sí llegó de Nación que, aunque nunca suficiente los mantuvo en pie durante el 2020. El 2021 trajo la segunda ola y con eso llegó una nueva crisis y con una nueva crisis llegaron las pérdidas económicas y las deudas.


Paula Kriscautzky es coordinadora de la biblioteca popular infantil y espacio cultural Del otro lado del árbol, y le contó a Cachengue cómo es la situación actual. En 2020 la biblioteca -que funciona desde hace diez años en la parte cerrada del Parque Saavedra de la ciudad de La Plata y es un refugio para las infancias-, como el mundo entero, tuvo que adaptarse a la nueva modalidad y con los nuevos desafíos que conlleva un confinamiento estricto. “En los prim.eros tiempos de pandemia intentamos aprovechar las redes sociales para darle continuidad a alguna de las tantas tareas que hacemos, sobre todo el enlace con escuelas (proyecto pedagógico); pero entremedio tuvimos un incendio, entonces eso hizo que nos aboquemos a tareas de reconstrucción y en 2020 nos dedicamos a eso hasta octubre.” En octubre, cuando mejoraron las condiciones epidemiológicas, reabrieron las puertas bajo los protocolos de la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) y otros organismos de bibliotecas. Esto lo pudieron llevar a cabo de octubre del 2020 a finales de marzo de este año y hoy, nuevamente alineados con las políticas públicas de cuidado, la biblioteca está cerrada. El año pasado compraron bidones de alcohol, barbijos y sillas pensando en el distanciamiento para las actividades culturales de los sábados, una de las secciones más afectadas por la pandemia: “Aunque tenemos la posibilidad de lo virtual, nosotros preferimos siempre lo presencial. Y lo que estamos haciendo y pensando a futuro es siempre aprovechar el espacio abierto, que es la particularidad que nos da esta biblioteca que está en una plaza.”


La biblioteca se financia por dos vías: una que tiene que ver con los subsidios que otorga el Estado a las bibliotecas populares como la CONABIP, “Siempre nos parece poco porque quienes trabajamos en lo cultural creemos que es necesario para las vidas de las personas y ni que hablar para la vida de las infancias, pero yo creo que han acompañado como pudieron en contexto de crisis económica general, en un contexto donde la prioridad son las vacunas, en donde hay muchas cosas por atender”; y por otro lado el sustento autogestivo que tiene que ver con tener desarrollado un sello editorial.


Teniendo en cuenta que la industria cultural está definida por actividades que proveen bienes y servicios basándose en contenidos simbólicos, artísticos y creativos, identitarios al fin, el pedido de ayuda de los espacios culturales está lejos de ser absurdo, en la Ciudad de Buenos Aires por ejemplo, la industria cultural representa el 11% del PBI (teatros, galerías, centros culturales), por eso resulta contradictorio que un gobierno que se jacta de tener una propuesta cultural diversa y participativa, no provea aportes extraordinarios para un sector que es parte de la oferta central de la ciudad. Larreta sigue cambiando baldosas que están en perfecto estado mientras la cultura de la que hace alarde en sus discursos se cae a pedazos.


Es interesante también abordar, aunque sea mínimamente, cuál es la relevancia del capital cultural, que no es otro que una parte constitutiva del desarrollo, un medio para alcanzar el bienestar y la libertad, y estas no pueden existir sin el enriquecimiento que nos dan las distintas formas de cultura: la literatura, la música, las artes gráficas y plásticas, etc. La salida, como siempre y en casi todos los ámbitos, es colectiva: fijate en qué anda el espacio cultural del que sos asidue y si podés colaborar comprando una entrada, un producto o un servicio que estén brindando, hacelo.



JJ Circuito Cultural.

Dirección: Jean Jaures 347, CABA.

Redes: https://www.instagram.com/jjcircuitocultural/?hl=es-la


Biblioteca "Del otro lado del árbol"

Dirección: Calle 14 y Avenida 66 (sector cerrado del Parque Saavedra, La Plata, Buenos Aires.

Redes: https://www.instagram.com/bibliodelotrolado/?hl=es-la

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