- Ma. Catalina Jiménez
ESE CORO DE VOCES
21 DE MARZO: DÍA INTERNACIONAL DE LA POESÍA
Ma. Catalina Jiménez es redactora, tallerista y correctora pero, sobre todo, es poeta. Autora de Los lugares que no me pertenecen y Geografía de una casa, escribe, en esta nota, qué es la poesía. Qué es la poesía en casi el único término que se puede concebir el arte: el de la subjetividad.

Me cuesta escribir sobre la poesía sin escribir(me) en primera persona. Creo en la individualidad de lo que cada unx atraviesa; al mismo tiempo que creo en lo universal del arte, en general, y de la poesía en particular.
Si escribo sobre la poesía, hablo desde lo que me ocurre a mí con ella, pero para hacerlo tengo que hablar de todxs lxs poetas que escribieron antes y me atravesaron con sus palabras.
Esa pequeña voz que escribe los poemas, dice Diana Bellessi. Esa pequeña voz está formada por un coro de voces que cantan bajito pero llegan lejos: rompen, denuncian, reconstruyen.
“Prestá atención, después / improvisá algunas palabras y no intentes / hacer nada sofisticado, esto no es / un concurso, es una puerta”, dice Mary Oliver. La poeta estadounidense da instrucciones para rezar pero aplican para escribir poesía, porque la poesía también es una especie de rezo: a veces pide y a veces agradece. Como dice Oliver, la poesía no tiene grandes pretensiones. Es un acto de humildad, es reconocer que no sabemos nada y aceptar que solo podemos atinar a juntar algunas palabras y esperar pacientes a que resuenen en alguien más.
“En general, nadie piensa en la poesía. La gente hace su vida y nadie anda pensando en los poemas de Allen Ginsberg, ni de ningún otro poeta, hasta que nuestro padre muere, vamos a un funeral, perdemos un hijo o tenemos una ruptura sentimental y perdemos un amor”, dice Ethan Hawke en una charla TED. “De pronto, nos desesperamos por tratar de darle sentido a la vida, y pensamos: «¿Alguien más se habrá sentido así de mal? » y «¿Cómo hicieron para salir adelante?»".
Leer poesía es buscar esa pequeña voz que hace eco en lo que sentimos. “Escribir / es respirar / cerca de un espejo”, dice Flavia Calise. El vapor de nuestras palabras empaña la superficie lustrosa y nuestras manos dibujan el dolor, la alegría, el recuerdo del último beso.
La poesía es esa pequeña voz que escuchamos solo si prestamos atención, si nos entregamos al momento presente, si nos volvemos humildes y aceptamos que apenas podemos rozar la belleza del mundo con la punta de nuestros dedos. Es entonces cuando la poesía se vuelve
rezo
deseo
aire
La poesía es el ancla que nos devuelve a nuestro hogar primero y el barco que nos lleva hasta nuestros miedos más arcanos. “La poesía es un río”, dice Oliver y Juan L. Ortiz se convierte en poema en mitad del río: “Corría el río en mí con sus ramajes. / Era yo un río en el anochecer, / y suspiraban en mí los árboles, / y el sendero y las hierbas se apagaban en mí”.
Imposible escribir sobre la poesía sin escribirme, sin escribir a todxs lxs que ya se dejaron correr en tinta. La poesía es una especie de rosario, un rezo colectivo, un coro de voces que van construyendo un río en el que dejarse llevar hasta el mar.