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  • Agustina Berardozzi

MARIANA ENRIQUEZ: LA ESCRITORA PUNK

Una groupie convertida en estrella.

El fenómeno Mariana Enriquez nos atrapa y nos convierte en seguidores de una rockstar de la literatura de terror: ¿quién es ella?, ¿cuáles son sus obsesiones a la hora de escribir?

Fotofrafía de Eva Pernas.

Los Beatles, los Stones, Bowie, Madonna, Queen, Siouxie and the Banshees; más adelante serían los Arctic Monkeys, los Chilli Peppers, Alabama Shakes e innumerables rockstars de la escena internacional por el que miles, millones hubiésemos vendido un órgano para seguirlos.


Por otro lado, en un escalafón mucho más de culto, escritores y escritoras, pensadores de la vida moderna, filósofos de la contemporaneidad, inalcanzables e intelectualmente idealizados.


Nacimos, crecimos y vivimos la devoción y el culto desenfrenado a referentes del arte y la sociología que le dieron sentido a nuestra vida.

Como lo cuentan las solapas de sus libros y la primera página web que aparece si googleamos su nombre, Mariana Enríquez nació en Buenos Aires en 1973. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Social, escritora y docente. Su primera novela, Bajar es lo peor, fue publicada cuando tenía 19 años por editorial Galerna .


Enríquez se reconoce como una pesimista por naturaleza y una fundamentalista de los cementerios, especialmente los públicos, ya que asegura que los privados “son campos de golf con gente escondida debajo del suelo”. De estos lugares llenos de historias, habla en su libro Alguien camina sobre tu tumba (Galerna, 2013), donde recopila crónicas sobre sus experiencias en cementerios de distintos países del mundo.


Sus relatos nos hablan de la magia negra, muertos, fantasmas, ritos, personas desaparecidas y marginalidad. Los cuentos, situados en urbanizaciones hostiles, muchas veces nos describen a un Buenos Aires crudo y punk. La violencia, el cuerpo y el desamor atraviesan sus historias y nos hunden profundamente.


El horror lo rescata de lo cotidiano, como su infancia y su adolescencia transitada en la Dictadura Militar Argentina, donde por ir a ver una banda te llevaban preso o te desaparecían: el terror con connotaciones políticas.


“Vivir acá me dio mucha data. Lo que me gusta de Stephen King, el terror en lo cotidiano. El terror de monstruos lo super disfruto pero no me da miedo”, explica en una entrevista en Todo pasa por Urbana Play. Los protagonistas también son santos populares o figuras religiosas reconocidos por todes como San la Muerte o el Gauchito Gil.


A todo el mundo no le dan miedo las mismas cosas. Pero sí te da mucho más miedo lo cercano que algo impreciso donde vos no te sentis especialmente vulnerado. Por eso, para generar terror, ella prefiere una caja con párpados y no a Godzilla asomándose por la ventana. Lo tangible, lo terrenal, el cuerpo humano.


“(...) Mientras la profesora explicaba la batalla de Caseros, Marcela se arrancó las uñas de la mano izquierda. Con los dientes. Como si fueran uñas postizas. Los dedos sangraban, pero ella no demostraba ningún dolor. Algunas chicas vomitaban”. (fragmento del cuento “Fin de curso” del libro Las cosas que perdimos en el fuego).


También rescata para sus obras asesinos seriales que existieron. Un ejemplo es el Petiso Orejudo, personaje de uno de sus cuentos, quien para ella rompe con el mito del inmigrante bueno. “Él era un loco asesino al que le gustaba matar chicos. Entre todos los asesinos argentinos que podía elegir, era el más antipático, y muy icónico físicamente”, comenta para una entrevista de Página 12.


Pero su trabajo no pasa solo por la escritura, Enriquez nos invita a disfrutarla en vivo en Mis extrañas compañías, No traigan flores, y Mis obsesiones extraordinarias, “una especie de experimento” según lo describe. En estos ciclos de lectura, se combinan sus relatos inéditos y sus obras, acompañados de música y videos con imágenes alusivas a sus lecturas. Lo ve como una opción para no aburrirse y darle a los lectores algo de entretenimiento.


La escritora bonaerense asegura que la música es y ha sido una gran influencia a la hora de escribir, se basa en ella para armar situaciones y le interesa más que la literatura. Los títulos de muchas de sus obras son de canciones o álbumes musicales: Radiohead, The Waterboys, Low, Nick Cave.


Quienes consumimos a Enriquez hacemos un poco nuestras sus obsesiones. La recomendamos, prestamos sus libros y quizás, evitamos leerla de noche.


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